Edulcorantes no calóricos, controversiales pero seguros

Edulcorantes no calóricos, controversiales pero seguros

Nutrición15 / 09 / 2017

Gastronomía edulcorantes no calóricos ¿Te gustan los sabores dulces? Si tu respuesta es afirmativa, seguramente formas parte de los millones de mexicanos que se deleitan con productos como los refrescos y los postres. ¿Cuál es el problema? Que el consumo excesivo de éstos ha hecho de México un país vulnerable ante la obesidad y la diabetes. Para hacer frente a esta situación, se crearon los controversiales edulcorantes no calóricos. La pregunta es: ¿qué son los edulcorantes no calóricos? Antes de hablar sobre ellos, en Gastronómica Internacional queremos definir qué es un edulcorante. Se trata de una sustancia cuya función es endulzar alimentos y bebidas. Existen dos tipos: los calóricos y los no calóricos. Los primeros alteran la cantidad de glucosa presente en la sangre y aportan energía en distintas proporciones. La sacarosa, la fructosa, la lactosa y la propia glucosa contribuyen con 4 kcal por gramo, mientras que los polialcoholes como el sorbitol, el xilitol, el maltiol, la isomaltosa, el lactinol y el manitol aportan 2 kcal por gramo –y no tienen relación con el desarrollo de obesidad o diabetes–. Los segundos no aportan energía, tampoco favorecen la hiperglucemia, pero sí generan una sensación de dulzura impresionante. De hecho, su poder endulzante es 200 o 300 veces superior al del azúcar. Por ello, no es extraño que a estos edulcorantes también se les conozca como sustitutos de azúcar. Actualmente, puedes encontrar una gran variedad de edulcorantes no calóricos en el mercado, por ejemplo, la sacarina, el aspartamo, la sucralosa, el acesulfame k, el neotame y la stevia. Ahora que ya sabes qué son los edulcorantes no calóricos, es necesario resolver otra duda: ¿por qué decimos que son controversiales? La razón es ésta: a pesar de que han sido utilizados como coadyuvantes en el tratamiento del sobrepeso, la obesidad y la diabetes, mucha de la literatura existente los cataloga como sustancias que producen alteraciones metabólicas como la intolerancia a la glucosa, la disbiosis y, paradójicamente, el aumento de peso y la propia diabetes. Para incrementar la controversia, hay estudios que confirman los beneficios de los edulcorantes no calóricos, entre los que destacan los siguientes:

  • Reducir el consumo diario de calorías.
  • Promover la pérdida de peso.
  • Disminuir el riesgo de caries y diabetes.

Como te darás cuenta, hablamos de posturas diametralmente opuestas. ¿Cuál de las dos es correcta? Responder esta pregunta fue uno de los objetivos de la reunión que sostuvieron expertos nacionales e internacionales el pasado mes de septiembre, a solicitud de la Federación Mexicana de Diabetes. Éstos fueron los resultados:

  • Los edulcorantes no calóricos son seguros, ya que han superado rigurosas pruebas.
  • Estas sustancias pueden ser consumidas por la población en general, incluyendo a personas con diabetes, embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y niños.
  • Los sustitutos del azúcar son una gran opción para endulzar alimentos y bebidas sin añadir calorías.
  • La evidencia científica señala que el consumo de estas sustancias no favorece el desarrollo de la diabetes ni guarda relación con enfermedades como el cáncer.

En suma, los edulcorantes no calóricos son controversiales pero seguros. Así que puedes utilizarlos para darle un sabor más agradable a tus platillos sin preocuparte, pero ojo, nunca debes olvidar combinarlos con una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable, sin excesos. ¿Quieres saber más sobre éste y otros temas? Ingresa a nuestro sitio web y conoce el curso de nutrición online que en Gastronómica Internacional desarrollamos para ti.

Glosario

*Polialcoholes: también son conocidos como azúcares alcohólicos. Se caracterizan por su bajo contenido en calorías. *Hiperglucemia: incremento anormal de la glucosa en la sangre. *Disbiosis: es la alteración indeseable de la flora microbiana intestinal, situación que se traduce en un desequilibrio entre las bacterias protectoras y las bacterias dañinas.

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