Influencia de la nutrición en el cerebro
Todos14 / 04 / 2020
La nutrición es quizá uno de los factores más importantes para el ser humano ya que es su fuente principal de energía para llevar a cabo todas sus actividades diarias, por otro lado, dado que la alimentación es una actividad que se realiza de forma diaria, algunas personas no dan la suficiente importancia a su cuidado y dan por hecho que cuidarla es fácil.
Y aunque factores como la economía y la cultura influyen en nuestros hábitos alimenticios, la desinformación creada a partir de mitos y leyendas urbanas de lo que se supone que se debe comer y lo que no, figura como la causa principal por la que no se toman buenas decisiones respecto a la alimentación.
Es por esto que la educación respecto a cómo manejar una nutrición adecuada cobra cada vez más importancia en un mundo que, gracias a la proclamación del Decenio de Acción de las Naciones Unidas sobre la Nutrición de 2016 a 2025, lucha día a día contra el hambre y la desnutrición.
La nutrición y el cerebro
El cerebro, al igual que el cuerpo, necesita de nutrientes especiales para conservar su rendimiento al máximo nivel.
Existe una rama de estudio de la nutrición y su impacto en el desarrollo cerebral llamada nutrición cerebral que recomienda incluir alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales en nuestra alimentación ya que todas son muy importantes para los procesos cerebrales.
El impacto de la nutrición en el cerebro comienza por las señales químicas que recibe producto de la composición de cada comida y que afectan principalmente a los neurotransmisores, que son los encargados de enviar información a nuestro sistema nervioso.
Los efectos de una mala nutrición están basados en la duración y grado del déficit nutricional en función de la necesidad del cerebro por un nutriente en particular.
El cuidado que se tenga de la nutrición puede influir en gran manera sobre nuestro humor y comportamiento, incluso llegando a aliviar la depresión, ansiedad y trastornos del sueño cuando se lleva a cabo adecuadamente.
Por ejemplo, consumir alimentos ricos en carbohidratos y proteínas, pueden ayudar a una persona que padece trastornos de sueño a relajarse y dormir mejor, beber de 1 a 2 litros de agua puede ayudarnos a mantener el cerebro bien hidratado y realizar ejercicios a oxigenarlo.
Mala nutrición y consecuencias
Según la Organización Mundial de la Salud, se entiende por malnutrición todo lo relacionado con desequilibrios en el consumo de nutrientes de una persona, cabe resaltar que esta definición no sólo hace referencia a las ausencias nutricionales que se sobreentienden con el término, sino también a sus excesos.
La OMS establece dos grupos principales de afecciones en general que devienen como consecuencia de una malnutrición en las personas:
En el primer grupo de afecciones encontramos la desnutrición, que además de las insuficiencias de nutrientes, puede traer afecciones como el retraso del crecimiento de una persona provocando que presente una estatura inferior a la que le corresponde según su edad.
La desnutrición también puede provocar que una persona presente un peso inferior al que le corresponde en función de su estatura, dicha afección se conoce como emaciación.
Y en el segundo grupo de afecciones encontramos el sobrepeso que se evidencia principalmente en personas que padecen de obesidad y que puede generar la aparición de enfermedades como diabetes, cáncer o accidentes cerebrovasculares.
Impacto de la nutrición en lo cognitivo
Investigaciones demuestran que los niños que viven en familias con muy bajos ingresos no logran adquirir y desarrollar las mismas habilidades verbales y cognitivas que sí logran adquirir niños que viven en familias sin dificultades económicas significativas.
En esta investigación, la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia los bajos recursos como la razón por la que estos niños presentan una nutrición inadecuada y dicha nutrición inadecuada como la razón de su dificultad de adquirir las habilidades que mencionamos anteriormente.
Y aunque también entran en consideración factores externos, este estudio nos demuestra la importancia que tiene la nutrición en el proceso de desarrollo de un ser humano, comenzando principalmente desde su niñez y sus efectos principalmente a nivel cognitivo.
Sin embargo, el impacto de nutrición en el cerebro no se queda allí.
Impacto de la nutrición en la salud mental
Estudios de la revista del postgrado de psiquiatría de la UNAH, demuestran que incluir elementos nutricionales como antioxidantes, vitamina B12, aminoácidos, entre otros, tienen gran importancia dentro de la alimentación para el tratamiento de pacientes con enfermedades mentales como la depresión, esquizofrenia y demencia.
En dicha investigación comprobaron que si lograban mejorar las bases nutricionales cerebrales, podrían mejorar la eficiencia de los resultados de terapias para superar la depresión.
Estas investigaciones acerca de la importancia de la nutrición en términos de salud mental no paran de sorprendernos, se ha comprobado en diferentes investigaciones los efectos psicológicos y neurológicos de deficiencias nutricionales.
Sólo por citar un ejemplo, en estas investigaciones se comprobó que la deficiencia de vitamina B12 puede causar pérdida de la memoria e incluso depresión, la evidencia está en que la deficiencia nutricional es muy frecuente en personas con depresión.
Efectos de una mala nutrición en el cerebro de los niños
El cerebro que tenga ausencia de nutrientes puede manifestar problemas para la concentración, es decir, los niños que tengan nutrición deficiente se sentirán agotados de forma frecuente y tendrán dificultades a la hora de aprender, esto se debe a que las sustancias incorrectas en la sangre pueden crear desequilibrios cerebrales.
Diversos estudios demuestran que la falta de atención e hiperactividad puede llegar a tener relación con una ingestión excesiva de azúcar y comidas rápidas, ya que aquellos niños que no desayunan de forma saludable tienen más probabilidades de padecer síndromes de deficiencia metabólica en la adultez.
Conclusión sobre los efectos de la mala nutrición en el cerebro
El cerebro cuenta con una exigencia energética mucho mayor que la de los otros órganos del ser humano y por esta razón se cataloga como uno de los órganos más importantes, y junto con el sistema nervioso dependen totalmente de grasas esenciales, es decir, omega 6 y omega 3 cuya importancia radica en que no pueden ser producidos por el organismo.
Los ácidos grasos omega 3 lo encontramos principalmente en el aceite de oliva, nueces, almendras, entre otros, los ácidos grasos omega 6 se encuentran en semillas y aceites vegetales como el de girasol.
Se recomienda consumir alimentos integrales y muchas raciones de frutas y vegetales al día, también evitar alimentos fritos, procesados y con altos niveles de grasas saturadas y azúcar.