El curry nunca se pone sobre el imperio británico
Cocina18 / 10 / 2017
El discurso del primer ministro James Cameron en los British Curry Awards (Premios Británicos del Curry) del año pasado expuso lo que puede parecer un exagerado error estadístico: en 2011 los más de 9000 restaurantes de comida India en el Reino Unido facturaron 3 mil millones de libras esterlinas. Una cifra mayor a la que las cocinas mediterráneas, asiáticas, y latinoamericanas lograron vender. Juntas.
Las casas de curry comenzaron a proliferar en Londres y sus alrededores durante el siglo XIX en medio de una creciente ola de migración de trabajadores y sirvientes domésticos de la colonia. En aquel entonces, el “raj” (reinado) británico se encontraba en su cénit y abarcaba los países modernos de India, Pakistan, Bangladesh y Burma. La palabra “curry” desciende de la palabra kari en la lengua Tamil, una de centenares de lenguas y dialectos que se hablan en el subcontinente. Kari designa un tipo de estofado en el que se utilizan las hojas de curry, kari patta, como un condimento entre varios: coriandro, pimienta negra, comino, chiles, cúrcuma y a menudo canela, jengibre, cardamomo y clavo.
La idea británica del curry es una simplificación de la comida del Sur de India y con el tiempo ha incorporado preparaciones de otras regiones, como el korma de la cocina Muglai del noroeste y el tandoori de la frontera con Pakistán. Sin embargo el tikka masala de pollo sigue siendo el plato más popular desde que se popularizaron los polvos de curry desde la década de 1780. El negocio de estos condimentos que sólo crecían en latitudes tropicales sigue siendo una fuente de ingresos para las economías de India y Pakistán.
Las migraciones de los años 50 del siglo XX trajeron una gran cantidad de trabajadores de India y Pakistán a las ciudades industriales del Reino Unido, cambiando el panorama étnico y gastronómico. Los inmigrantes trajeron consigo recetas autenticas de sus regiones, y hoy en día se diferencian las “curry houses” británicas tradicionales de los restaurantes de comida India y Pakistaní regional. A estos se les sumaron una gran cantidad de hombres y mujeres que escaparon de Bangladesh durante los 70s y 80s. De pronto el panorama del curry dejó de ser la fácil reinterpretación de otras eras y se convirtió en un debate gastronómico nacional.
El primer ministro James Cameron (extrema derecha) junto al fundador de los premios Enam Ali (segundo de la derecha).
Los British Curry Awards en su octava versión se encuentran en una encrucijada peculiar. El triunfo aplastante de la reina de la comida étnica en la tierra de Isabel II oculta una historia contemporánea controvertida. De un lado está la celebración, como la del Ministro de Relaciones Exteriores Robin Cook, quien en una brillante jugada contra el racismo en 2001 declaró al Tikka Masala de Pollo como el plato nacional del Reino Unido. Por el otro está la dura realidad económica del presente, que ha llevado a la recientemente creada Unión de Trabajadores de Bangladesh a sumarse a los Curry Awards como una medida de presión para mejorar sus condiciones de trabajo. De acuerdo al periódico The Guardian, más del 50% de los trabajadores de las “casas de curry” tradicionales son inmigrantes Bangladeshís indocumentados. Trabajan largas horas, ganan menos que el salario mínimo y carecen de seguros contra accidentes y de jubilación.
Pero los organizadores de los “Oscares del Curry” han mostrado tener una sensibilidad apropiada a los tiempos que corren. Adelantándose a posibles discrepancias, los premios del curry han apostado por democratizar sus métodos de nominación, dividiendo al país en muchas regiones y dejando que el público sea el encargado de proponer a los candidatos. Muchas de los ganadores de la categoría “mejor nuevo restaurante” son lugares pequeños dedicados a preparar especialidades regionales. Con estas mejoras se espera reflejar la diversidad del curry en el Reino Unido y galardonar a quienes se lo merecen entre 270,000 nominados.
La premiación de los British Curry Awards de este año se llevará a cabo el día 25 de noviembre. ¡A estar atentos!
Fotos: Canstock Photo y British Curry Awards.
