Botrytis, una enfermedad que favorece al vino
Todos27 / 02 / 2018
¿Has escuchado hablar acerca de los vinos franceses Sauternes? ¿Del famoso Chateau D’Yqueme? ¿Sabes qué tienen en común éstos con los húngaros Tokaji? En Gastronómica Internacional te invitamos a descubrirlo.
La industria vinícola es sumamente amplia, existen diversidad de estilos y tipos para complacer cualquier paladar: vinos blancos, rosados, tintos, fortificados y dentro de ellos encontramos variantes, distintas cepas y climas, condiciones que dan un magnífico resultado: vinos únicos.
Por si fuera poco, existe un caso particular que le inyecta más vida a este fantástico mundo, hablamos de la podredumbre noble ocasionada por el botrytis cinérea, uno de los patógenos más peligrosos no sólo en el ámbito de la viticultura sino en muchos otros cultivos.
Este hongo ataca al racimo, infecta todas las bayas y ocasiona una pérdida de agua importante, la cual merma gravemente la calidad del fruto. A este fenómeno se le conoce como podredumbre gris. Existen formas de prevenirla y los viticultores, sobre todo en climas húmedos, luchan constantemente contra esta enfermedad.
Pero no todo sobre este hongo patógeno es terrible, existen regiones geográficas con características y condiciones climatológicas específicas que transforman este fenómeno en un resultado benéfico. El botrytis se puede mantener controlado debido a un periodo de baja humedad.
Una vez que empieza a infectar el racimo se logran fructíferas características en el fruto si hay bajas temperaturas en el viñedo, principalmente una concentración de azúcar parecida al pacificado de las bayas y una complejidad aromática proveniente del hongo en sí mismo que se refleja en los vinos resultantes.
Regiones como Sauternes en Francia y Tokaji en Hungría han logrado una perfecta armonía entre este hongo y sus viñedos. Como resultado cuentan con dos de los exponentes más importantes en la categoría de vinos dulces con podredumbre noble.
Los vinos resultan muy expresivos, complejos en aromas y seductores en el paladar; presentan colores amarillos intensos, dorados e inclusive ambarinos, así como una densidad alta, intensidades aromáticas expresivas que recuerdan a la miel, membrillo, flores blancas, frutas confitadas y deshidratadas, además de aromas muy característicos aportados por el hongo. Cuentan con buen cuerpo y una sensación sedosa, son vinos que todo amante de esta bebida debe probar.
¿Te imaginabas que las uvas podrían enfermarse? Si quieres saber más sobre temas relacionados con el mundo del vino te invitamos a que conozcas nuestro curso de Cata de vinos online que en Gastronómica Internacional hemos diseñado para ti.
